El concepto fondo de comercio cuenta con dos definiciones generales, ambas basadas en dos puntos de vista claramente diferenciados:
- Desde un punto de vista dinámico, puede definirse como la capacidad que tienen un conjunto de activos involucrados en una actividad económica para generar beneficios, que surge de un negocio, de un interés inherente a un negocio, o de la utilización de un grupo de activos que no admiten división entre sí.
- Desde un punto de vista estático, supone el sobreprecio que un tercero puede estar dispuesto a pagar por un negocio, empresa o conjunto de activos vinculados entre sí, por el hecho de desarrollar una actividad en concreto.
El concepto fondo de comercio es un elemento reconocible tanto en normativa nacional como internacional como un activo intangible, lo que hace más compleja su valoración.
En lo que respecta a la normativa nacional, se encuentra recogido en el capítulo 6 dedicado al inmovilizado intangible del Plan General de Contabilidad, y en normativa internacional, tanto en las IVS como en la Norma Internacional de Contabilidad Nº38, reconocen su existencia.
Según la citada NIC Nº38, para que pueda reconocerse como tal, un activo intangible debe de cumplir las siguientes condiciones:
- Ser identificable, con el fin de poderse distinguir del resto. La separabilidad no es condición necesaria, pero permite aislar las características del mismo activo frente al resto.
- Ser controlable, es decir se pueda aprovechar para obtener rendimientos sobre él y restringir su uso a terceros.
- Susceptible de generar beneficios futuros.
- Ser valorable, es decir, medible bajo criterios racionales.
Por su parte, la normativa nacional cuenta con una adaptación de dichos requisitos:
- Cumplir con la definición de activo, esto es: bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados, que puedan generar rendimientos en el futuro.
- Sea probable la obtención de beneficios o rendimientos en el futuro
- Se pueda valorar (ICAC) de forma fiable.
En resumen, se comprobará la existencia de un activo intangible existente, registrable y capaz de ser medido en términos racionales.
¿Qué se compra en un fondo de comercio?
Cuando se compra un fondo de comercio, lo que se adquiere es el conjunto de bienes materiales e inmateriales esenciales que constituyen la unidad económica de una empresa y que hace posible la explotación de un determinado bien y/o servicio, tales como el nombre o razón social, reconocimiento y posicionamiento en el mercado competitivo, valor de marca, capital humano, localización, etc. Dentro de la adquisición de un establecimiento mercantil, de un negocio, de una actividad o de una empresa, el fondo de comercio determina ese valor que se añade al conjunto de valores individualizables y que dotan al negocio de una característica específica y diferencial ante el resto de las actividades comparables.
¿Qué factores serán tenidos en cuenta para su valoración?
En términos generales, vamos a considerar:
- Actividad desarrollada (Análisis de productos y/o servicios que ofrece).
- Bussines mix.
- Historia de la compañía.
- Características del sector (proveedores, clientes, competidores, marco legal, posicionamiento dentro del mercado y cuota de mercado).
- Mercados en que opera.
- Estructura de propiedad (accionariado).
- Análisis de los datos del mercado bursátil.
- Análisis de los estados financieros de los últimos tres años como mínimo.
- Estructura de la organización.
- Evaluación de la dirección.
- Política de la empresa a nivel estratégico, financiero, de recursos humanos, etc…
En resumen, habremos de tener en cuenta todos los activos físicos (local, maquinaria, etc), los pasivos (deudas), el flujo de ingresos y de gastos de la empresa, y el valor intangible del negocio, como, por ejemplo, su clientela.
Para concluir, en VALTECSA consideramos que la valoración de un fondo de comercio no es sencilla, a veces se intenta estimar de forma directa pero cuando se está ante una transacción de una actividad o de una valoración de una empresa, es aconsejable abordar su estimación desde dos puntos de vista:
- La general: En la que se establece en primera instancia el valor general de lo que se está analizando.
- La específica: que interpreta el valor de los elementos individualizados que forman parte del conjunto involucrado y que determina el valor del fondo de comercio como la diferencia entre las valoraciones independientes y el valor global.
El método de valoración, así como la finalidad de la valoración puede marcar el proceso, pero como se trata de un valor intangible y por otro lado consecuencia de la interacción de otros, es recomendable abordar el trabajo de diferentes formas, buscando entre ellas la necesidad de contar con una correlación entre los resultados obtenidos.